Julio es un mes que para muchos significa vacaciones, gratificación, viajes, descanso, entre otras cosas; pero Julio es el mes patrio en Perú y para muchos significa celebración, unión, patriotismo, orgullo, entre muchos otros sentimientos. Este año 2018 volví a sentir el orgullo de ser peruana, tuve la dicha de asistir hace unos días a una obra exquisita en lo que a cultura peruana se refiere, Retablo de Fiestas Patrias. 

Aproximadamente a las 8:15 de la noche sonaba la tercera llamada cuando se apagaron las luces del Gran Teatro Nacional, lo siguiente que vi fue la imagen del retablo peruano abriendo sus puertas mostrando la bandera peruana al ritmo del vals de Chabuca Granda, "Bello Durmiente". De esta manera comenzaba el relato de la historia peruana contada por medio de la música y la danza.

Aparecen Los Soldados con una coreografía que muestra la marcialidad y la disciplina dando paso a Las Rabonas, mujeres que se exponen al peligro con los críos en la espalda y las mulas al trote, trepando montañas y cruzando ríos para proveer a los soldados de víveres.

Seguimos con el Tondero; música traída por los migrantes españoles y del este de Europa, los bailarines sonríen y todo el público mueve las piernas siguiendo el ritmo. Aparece un grupo de hombres saliendo de una mina, exhaustos, descalzos y solo acompañados del sonido de sus tambores alzan la voz de protesta en contra de la esclavitud regalándonos el Tundique. Danzan eufóricos alrededor de una viuda recordando la libertad y la rebelión ¡Negro! ¡Negro! ¡Negro! gritan.

Se hace una pequeña pausa para luego empezar un festival de danza, música, y color. Aparece la Morenada, a mi parecer una de las danzas más hermosas que existen en el Perú. Nos regalan 6 temas seguidos, los cuales enamoran no solo con el ritmo y la danza, sino también con la belleza de cada traje y la energía que denotan. Seguimos con los ritmos movidos, el público está extasiado con lo ya visto y comienza la Zamacueca, una danza pícara y sensual que hace sonreír a todos. Nos trasladamos a la selva, suena Iopatati de la etnia shipibo-coniba; danza de carácter guerrero con ritmos muy alegres como la selva misma. 

La sátira hace su anuncio, suena la Chonguinada, danza que destaca la elegancia satirizando a los colonizadores españoles. No podían faltar la agricultura y la ganadería, actividades principales del desarrollo andino, comienza en Huaylarsh Agrícola y el Huaylarsh de Carnaval. Todos aplaudimos y bailando desde nuestros asientos felices, contagiados de la alegría y la entrega de los bailarines. 

En toda historia existe un cierre, y este se dio con dos momentos perfectos. El primero fue un homenaje a Augusto Polo Campos, aparece en escena María del Carmen Padilla cantando el famoso tema "Contigo Perú". Algunos lloraban, otros tenían las manos juntas en el pecho, algunos se agarraban las manos, yo estaba hipnotizada por la potencia de su voz con algunas lágrimas queriendo escapar de mis ojos. El segundo momento comenzó con la hermosa Marinera Norteña, nuestro baile nacional, los bailarines danzaban con trajes  de color rojo, blanco y rojo formando la bandera peruana. De esta forma se cierran las puertas del Retablo de Fiestas Patrias con un público completamente de pie, aplaudiendo sin parar, sintiéndose orgullo de ser peruano. 

Entonces, qué significa ser peruano? En mi caso, es el orgullo de haber nacido en un país tan hermoso, con una diversidad cultural inimaginable, la cual vale la pena tomarse un tiempo para conocer y poder transmitir las historias que conforman la hermosa historia del Perú.  

Y QUE VIVA EL PERÚ SEÑORES!!!